Reseña sobre uno de los referentes del arte conceptual y político de Argentina.

En el año 1973, en el período anterior a la última dictadura argentina, un artista plástico llamado Juan Carlos Romero expuso una instalación gráfica en el centro de Arte y Comunicación de la ciudad de Buenos Aires, que consistió en empapelar las paredes de la sala con afiches que solo graficaban la palabra «violencia». Esta obra, marcada por un período histórico de organizaciones políticas revolucionarias y grupos parapoliciales, se convirtió en una de las obras de arte conceptual político más famosas de nuestro país.

Tres años más tarde de su inauguración, comenzó la dictadura eclesiástica-cívica-militar, el denominado Proceso de Reorganización Nacional. Para fines del período dictatorial, en la década de los 80, Romero vuelve a montar su obra, pero esta vez lo que cubre con afiches son las paredes de las edificaciones que rodean la Plaza de Mayo.

Juan Carlos Romero nació en 1930 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires y falleció en 2017. Tuvo formación académica en artes visuales en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata.  Su producción se caracterizó por el uso del grabado y las artes gráficas, el dibujo, la fotografía y el collage. También se volcó al arte conceptual con instalaciones y performances, convirtiéndose en una figura artística fuertemente involucrada en la política.

 En década del 70 funda, junto a otros artistas, «Arte gráfico- Grupo Buenos Aires»; en 1972 formó parte del «Grupo de los trece» junto a Jorge Glusberg y en 1988 del colectivo artístico platense «Escombros: artistas de los que queda». Este último tenía el objetivo de denunciar el terror inducido en la dictadura militar.

 Romero sostenía que «La violencia está por todas partes, omnipresente y multiforme, brutal, abierta, sutil, insidiosa, disimulada, racionalizada, solidificada, consolidada, anónima, abstracta, irresponsable (…) debe ser aplicada en nuestras propuestas, una de las tantas formas de reducir la violencia represora».

 En 2023, cincuenta años más tarde de la inauguración de Violencia, se recrea la obra en la W-galería de Buenos Aires en conmemoración de ese momento histórico y esta obra conceptual, donde la materialidad cobra un segundo lugar para dejarnos con su mensaje, entendido en determinado contexto social.

En un entorno donde la violencia se acrecentaba, muchos y muchas artistas se animaron a denunciar las desapariciones forzadas, los secuestros y torturas. Es por eso que recordamos a Juan Carlos Romero como uno de nuestros referentes más comprometidos y defensores de la nación y la cultura de nuestro país.